Son muchos los ayuntamientos que tienen que poner en marcha la recogida separada del biorresiduo, los restos de comida. Este año y el que viene veremos como nuestras calles y carreteras se llenarán de contenedores marrones pero en el rural gallego no debería ser necesario el transporte de los residuos a planta.
Buscando una solución innovadora y basada en la economía circular el Ayuntamiento de Vilasantar inauguró un Punto Verde en el municipio como parte de su apuesta por la reducción de residuos y reutilización. Se trata de una colaboración entre el ente público y la cooperativa y finca ecológica Millo e Landras. El Grupo de Desenvolvemento Rural (GDR) Ulla Tambre Mandeo ha subvencionado el 64% de la maquinaria y la adecuación del emplazamiento del Punto Verde, situado en la carretera de Mezonzo, en Painzás 1.
Para inaugurar y presentar este nuevo servicio se ha realizado una demostración del funcionamiento de la maquinaria, que los vecinos y vecinas podrán tomar prestada de forma gratuita. El evento también ha contado con la presencia de María Mellid en representación del GDR Ulla Tambre Mandeo; el grupo empresarial Torneiro, proveedores de las máquinas, y la marca Makita, que hizo una demostración con sus herramientas eléctricas sin emisiones.
En este Punto Verde se podrá dejar los restos de podas, talas, césped y demás residuos orgánicos para que sean triturados y convertidos en estructurante para compostaje, acolchado para huerta o incluso ornamento para jardines. También podrán realizar el proceso ellos mismos en la explanada del Punto Verde o tomar prestada la biotrituradora para hacerlo en su propio domicilio.
Pero no solo es un servicio de gestión de podas, la colaboración entre el Ayuntamiento de Vilasantar y la cooperativa ecológica Millo e Landras va más allá.
Han puesto en marcha un modelo de gestión del biorresiduo basado en la economía circular. Victor y Marta encabezan este proyecto de agricultura y ganadería ecológica «iniciamos un proyecto de economía circular junto con el ayuntamiento. Consiste en establecer un servicio de préstamo de biotrituradora y un sitio donde la gente puede depositar sus ramas. Creemos que quemándolas al cielo pues vamos en contra de la migración de un cambio climático y triturando las incorporándolas a nuestras tierras, a nuestros suelos, pues estamos fijando carbono».
Recogen el residuo orgánico de «restaurantes del ayuntamiento, comedores públicos y sitios donde se generan como supermercados. Sitios donde se genera bastante materia orgánica, con lo cual, estamos poniendo en marcha un proyecto bastante ambicioso de gestión local sostenible de materia orgánica»
El Punto Verde es un paso más que realiza el Ayuntamiento de Vilasantar para reducir y aprovechar los residuos y limitar las emisiones contaminantes que dañan la naturaleza y la calidad del aire, repercutiendo negativamente en la salud de la gente. El municipio fue el primero de Galicia y el tercero de España en iniciar el trámite para lograr el certificado de “Residuo Cero”, otorgado por la plataforma Amigos da Terra, organización designada por Zero Waste Europe. Vilasantar lleva años realizando proyectos en colaboración con la cooperativa Millo e Landras, una granja ecológica y biosostenible que promueve una agricultura y ganadería circular y la recuperación de los suelos.
Ante los residuos siempre 3R son mejor que una; reutiliza, repara y reduce antes que reciclar. En el caso de los biorresiduos, los restos de comida, en el rural gallego siempre se han gestionado mediante el compostaje o sirviendo de alimento a los animales. Ahora es el momento de recuperar estas tradiciones, pero la vida de las personas no es la misma que en el pasado y debemos buscar otras soluciones.
Victor y Marta tienen un punto de vista muy claro por su ocupación y preocupación por el medio ambiente «nosotros como agricultores ecológicos, necesitamos esa comida para nuestra tierra y es un sinsentido que nosotros estemos comprando materia orgánica para nuestros suelos para fertilizar nuestros suelos y el ayuntamiento tenga que estar pagando a empresas para que recojan y traten la materia orgánica que necesita el suelo»
Esta solución me ha gustado mucho porque es sostenible:
- Económicamente viable: El sistema es más económico al evitar las tasas de gestión y los largos transportes a las plantas.
- Favorece y protege al medio ambiente: Además de la reducción de la huella ecológica por menor transporte, hay que tener en cuenta el aporte de nutrientes a los terrenos del propio ayuntamiento. Se hace en fincas ecológicas que, entre sus objetivos está la protección de la biodiversidad.
- Protege a las personas: Fomentar proyectos innovadores, rentables y respetuosos en el rural es animar a las personas a vivir en él.
Artículo redactado para la sección «Consejo de sabios» del programa «Un café con Eva» del jueves 9 de junio de 2022. Puedes escuchar el programa aquí (en los 20 minutos finales de la tercera parte del PODCAST escucharas la sección).